La Producción Agrícola Limpia no se reduce solamente a la eliminación de pesticidas y agroquímicos en el manejo sanitario de los cultivos. No. Ese es solo uno de los componentes de la estrategia.
Porque la Agricultura Limpia es eso: Una Estrategia.
Una estrategia de Gestión Ambiental que se aplica desde la empresa, cualquiera que sea su tamaño o forma organizativa, y que se aplica a los procesos, el producto y a la organización del trabajo. Por tanto, el objetivo es la utilización eficiente de las materias primas e insumos, reducir las emisiones y descargas de todo tipo en la fuente misma, reducir los factores de riesgo para la salud humana desde la producción y hasta el consumidor, preservar los ecosistemas y el Medio Ambiente. La implementación de la estrategia exige disciplina, un orden protocolario en la ejecución y forzosamente deriva en Eficiencia, Rentabilidad y Competitividad empresarial. Quizá por eso se promulga que producir limpio resulta en Sustentabilidad ambiental, Eficiencia y Competitividad empresarial.
La producción Agrícola Limpia exige llevar a la práctica acciones que involucran el conocimiento técnico, mejoramiento continuo de la tecnología y, sobre todo, un cambio de actitud de los ejecutantes. Por lo tanto, la producción limpia en los procesos se orienta a la conservación y ahorro de materias primas, insumos, agua y energía. También, reducción y minimización de la cantidad y toxicidad de emisiones y residuos y eliminación de materias primas tóxicas, el reciclaje de la máxima proporción de residuos en la planta o bien fuera de ella. Mientras que en los productos se orienta a reducción de los impactos negativos que acompañan el ciclo de vida de estos, desde la extracción de las materias primas hasta su disposición final. La aplicación directa de los criterios de producción limpia puede encontrarse en las estrategias de manejo integrado de plagas y enfermedades, así como también de fertilización sobre la base de balances nutricionales.